viernes, 31 de agosto de 2007

El control de los huracanes

Investigación y Ciencia

¿Se pueden moderar o desviar las grandes tempestades tropicales: huracanes, tifones y ciclones?



La inyección de partículas que favorezcan la precipitación en ciertas zonas de un huracán puede alterar su intensidad y trayectoria, según los resultados de modelizaciones por ordenador. Foto NOAA .del huracán Match.

En su número de Diciembre de 2004 de la prestigiosa revista Investigación y Ciencia encontramos este interesantísimo artículo sobre la posibilidad de cómo clamar las tempestades tropicales. Años atrás, podría haberse clasificado esta idea como un sueño fantástico, pero hoy en día los investigadores se están tomando muy en serio la posibilidad de modificar el tiempo atmosférico de las perturbaciones adversas tropicales.

Este año muchos países, han visto aumentados sus porcentajes de visitas de estos sistemas nuboso tropicales destructivos. Japón, Filipina, Cuba, las islas caribeñas y EEUU, entre otros, y no para bien. Muchos muertos, daños materiales, destrozos e inundaciones han sido los elementos más llamativos que dejan para la historia tras su paso.


El Caribe y zonas limítrofes han sido una de las zonas más castigadas por estos sistemas tropicales durante el 2004: los huracanes. Foto NOAA/CIMSS.

Impedir, mitigar o altera la intensidad y trayectoria de estos sistemas atmosféricos tropicales son las tareas simuladas que mediante potentes ordenadores se están llevando a cabo, no para predecirlos mejor, sino para analizar qué factores pueden hacer que estos sistemas no sean tan intensos, destructivos y poder modificar su trayectoria.

Las simulaciones se llevan a cabo con datos de huracanes históricos que causaron graves destrozos materiales y perdidas humanas. Las simulaciones de ordenador muestran que estos sistemas son extremadamente sensibles a las condiciones iniciales y de desarrollo posterior: son sistemas caóticos como la misma atmósfera donde se desarrollan.

Debilitar la evaporación en su seno, aumentar la generación controlada de la lluvia en las zonas del ojo del huracán, etc., redundará en la disminución de los vientos que mantienen y desarrollan a estos “monstruos” tropicales.

Las actuaciones para mitigar los temporales huracanados se están llevando a cabo en varios frentes y han mostrado ser los que controlan la vida y trayectoria de estas tempestades:
Carga flotante de líquido biodegradable que limiten o eviten la evaporación en las zonas cálidas y húmedas donde se forman los huracanes-

La siembra con ioduro de plata, cristalitos de hielo, etc., en las nubes que conforman el ojo del huracán en ciertos momentos del ciclo de vida de la perturbación tropical, pueden inducir cambios en su intensidad y en su trayectoria-

Calentamiento inducido desde el espacio por satélites que generaran nuevas zonas de desarrollo en una parte activa del huracán. Este se podría desviar de la trayectoria originaria a zonas despobladas

Si las modelizaciones nos indican cómo llevar a cabo estos procesos por la vía práctica, tendremos resueltas parcialmente algunas de los fines perseguidos.

Pero ¿qué problemas legales se podrán plantear con la modificación artificial del tiempo? ¿Se tendrán que modificar las leyes internacionales firmadas en la década de los 70 en Naciones Unidas?. ¿Es éste el camino para iniciar modificaciones del tiempo a otras escalas?. ¿Podrán los países afectados pedir compensaciones económicas a aquellos que modifiquen el tiempo para sus fines?


Estas preguntas y respuestas son las que ofrece este trabajo divulgativo de la revista mencionada


ram@meteored.com
Ross N. Fuman

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